por Ileana — July 5, 2007 Lo veo, lo vi, lo veo más y más. Todos alrededor, locos por amor. No he aprendido de ellos nada, vivir la vida muy positiva. Sigo deteniendo mi corazón para que no me lo robe, y es mío, no sabe cuán débil soy. Quiero pasar los días perdida en pensamientos absurdos. No tengo aún un remedio, me mareo.

Ojalá que un día entendieras la tendencia de mi tristeza. Corazón, gracias por todo, las memorias de los días y noches que vivimos juntos, un sueño que nunca olvidaré. Dejaste tus huellas en mi corazón. Pequeño corazón, fuiste algo especial. Ojalá que sigas viviendo la vida de ahí, ojalá que un día entendieras: el amor que traje, corazón, fue nuestro amor.

Me preguntopor qué fue así, por qué te conocí, por qué volviste, por qué Dios me pone en esta situación, en la situación donde nadie lo acepta o lo quiere. Solamente quiero amor. ¿Me entiendes? Estoy aquí pensando, pero estoy preguntándome: ¿lo quiero o no? Porque todo el amor fue el pasado. Lo tengo ahora, ¿qué hago? ¿Qué quiero de él?

Un problema que no sé, cómo escribir ni hablar. Ya me estoy cansando de cómo todos alrededor esperan que sea algo que no puedo. La realidad: estoy muy triste de lo que se me ha presentado. Ahora que fui a ser, tengo mucho. El dolor me come, necesito estar sola. Sí, estoy sola, lloro, lloro del dolor, de todo el sufrimiento que no le digo a alguien. Me está haciendo mal. La sonrisa la tengo para disimular la tristeza.

Mírame: es más que solo hablar.   No ves mis pupilas, tengo alas, quiero volar. Y tú, que estás ausente, no has visto mis ojos verdes. ¡Mátalos! ¡Mátalos! Ya no tengo ese verde. He cambiado. La razón ya no es la misma. Tus ojos, tan grandes, no sirven; mirar tus dudas me asusta. Voy al borde de caer. El amor que inventaste se escapa de mis manos como un ladrón. Entre nosotros no hay adiós. No, cancelado. No has visto los ojos verdes. Lo sabes. Escritora Ileana

Clima que altera mi semblante, me encuentro en la Luna, sin percibir lo que me rodea. Melancolía transparente que destila de las nubes. ¿Adónde debo ir para, al fin, sentir? El día,  cada respiro con ojos café y sombra. Solo yo contemplo las mentiras que guarda el día. Mis seres queridos, amigos, y el amado no ven la realidad del dolor. Dijeron que era ceguera, un precio por ser feliz; la mentira que lleva los signos del dolor que arde en mí. El día... Sigo escuchando mientra

Las diferenciasrompen corazones. Las promesasno se cumplen. Pierdo fuerza,y estoy cansadade la vida peleando. Ya no creo. Es la distancia. Nunca se podrá amarsin el contacto de los labios. Estarán resecos,por encontrarse tan lejos. Escritora Ileana

¿Ahora qué sigue? Tienes mi corazón. La hora se traspasa de mi casa cada día. ¿Has pensado en la tristeza que habita en mí? Aunque te duela el corazón, ahora tienes a dos. Y el tiempo pasa a tu lado. Escritora Ileana

Sin conocer a mi querida abuela Inés, ella me ha enviado una bendición desde el cielo, a través de un ángel. Por ello, te doy las gracias, abuelita, en especial por tus caricias y besos que me da mi angelito, y que alivian el sufrimiento que me está matando. Ha sido la fuerza que necesitaba desde mi infancia. En horas de confesión, sé que él me hará sentir especial. Aunque sea difícil para mí en estos tiempos, lo veo a la distancia, dentro de mi destino. Escritora Ileana