Era muy feliz. Entre la multitud, me encontrarías, escondiéndome de ti y de ellos. Solo sueño una fantasía al mes, y si se trata de confesar, sigo doliendo, muy dentro, profundamente .
Aún tengo razón para amarte, aunque confieso cada noche que el amor no está en el dolor. Mi sitio es estar sentada contigo a la pared; desde hoy he aprendido que no hay nada que esperar en la escasez
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